¡La odio, la odio y la odio! Odio a esa mujer enfundada
en un traje de rojo, con labios rojos, zapatos rojos y hasta birrete rojo con
esa sonrisa imbécil de felicidad que le daba la bienvenida a la regla
¡Me juego el pelo que hasta la ropa interior era roja! Sé que ella no tuvo la culpa de hacer el anuncio de TV, pero te aseguro que pasar el resto de la vida señalada como “regla” debe ser un trauma muy grande por mucho dinero que pudiera cobrar en ese momento, si es que lo cobró en metálico o en miles de compresas para empapelar su casa.
Odio el tampax pearl, mega pearl o con forma
romboidal; las nubes de ausonia que nunca sabremos a qué huelen; y las “pavas”
adolescentes que corren con falditas cortas, saltan, hacen piruetas y te dicen
que la vida es perfecta con regla o sin ella porque, no creoque sepan ni que existe! Estoy
segura que el día que rodaron ese anuncio ninguna “la tenía” porque de lo
contrario los saltitos se los hubieran dado al director de la agencia de
publicidad en la cabeza!
La verdad es que incluso
hasta comprar el “Kit completo de belleza” es un verdadero fastidio: alas, súper
alas o ya vamos al tema “Jumbo” con las que puedes levantar el vuelo en
cualquier momento; Con olor a talco, sin olor, que te quita el olor, que te lo
pone; negras para tus días negros de braguitas; blancas para los días puros y
castos; azul cielo y un sinfín de colores; No hablemos de capacidad: días
normalitos, regularcillos y “las catarátas del Iguazú”. Las tienes extra planas,
híper largas, en 2D, hasta deben haber tridimensionales.
Por cierto ¿No os habéis dado cuenta cómo, a lo largo de
los años, el packaging ha cambiado sorprendentemente? Han pasado de tener colores discretos a convertirse en
una explosión de colores para que todos
los compradores ajenos a tu vida sepan que en ese momento o en breve vas a ser mujer de
nuevo.
Las mujeres debimos
cometer un pecado de dimensiones extraordinarias en nuestra otra vida para que
nos hayan castigado con semejante “cruz”.
¡Qué cosa tan fea,
desagradable y para que engañarnos, un poquito rarita y chunga! La
menstruación, el periodo, la “Tía
María”, el Andrés, que viene una vez al mes; el SANGREgorio que decía mi
abuela, etc, etc. He escuchado
innumerables nombres, diminutivos y superlativos para definirla.
¿Por qué nosotras? Yaaaa,
para tener niños, el proceso de la vida y miles de cosas románticas,
privilegiadas y el milagro de la existencia ¡Con lo fácil que hubiera sido
tener hijos sin tener esa “cosita” molesta (entre otras cosas) cada 28 días!
Las mujeres más
afortunadas son a las que les dura 3 días, no la sienten, no manchan casi y el
humor les sigue intacto pero… ¿Cuántas de esas hay realmente? Yo a éstas las llamo “las que no sienten ni
padecen” ¡El resto del universo femenino somos unas desgraciaditas!
Sé que me vais a matar
mujeres, pero lamento deciros que entiendo por qué los hombres huyen de
nosotras cuando ven que se acercan los “días del Monzón” ¡Hasta yo saldría corriendo
de mi misma si pudiese!
Ya te levantas
advirtiendo al personal ¡¡Ojito que si hoy me buscas, me encuentras!!
¡La fiesta descompasada
que se pegan las hormonas es brutal!
Yo creo que esos días mi
cuerpo vive una vida totalmente paralela a la mía. Mis riñones chirrían; mi
cabeza tiene sus migrañitas molestas que aparecen y desaparecen por arte de
magia. En mi caso creo que parte de mis neuronas pasan a ser mariposas que
revolotean sin destino fijo.
EL DON DE LA OPORTUNIDAD
SÍ, ella lo tiene claro, no se pierde ni un viaje, ni una fiesta, ni salida ni momento y por descontado, los días de sol, playa y viajes son su especialidad. ¡Oye, que me voy a Formentera! Vale, pues ya si eso, te voy acompañando. ¡¡No te irás a París dejándome sola!! ¿no?¡ Mira que bien, nos vamos las dos juntas con tus amigos en barco! No me olvido de lo que le gusta a ella el amor. ¡No se te ocurra quedar con el novio después de una semana de no haberlo visto, cuando el cuerpo te pide "alegría Macarena" FIJO QUE ELLA SE PLANTA DELANTE Y TE ESPETA: AQUI O NOS DIVERTIMOS TODOS, O LA "MUJERZUELA" AL RIO. LA ODIO, LA ODIO! Brr, brrr!
¿Y qué me decís de nuestras “Barriguitas de
Famosa”?. Porque sé que no estoy embarazada de dos meses, porque si no…sería
realmente sospechoso; Ventajas: tendría todos los lugares libres del autobús
para sentarme aunque, tal y como viene la juventud que respeta los justito, no
sé, no sé, igual acabaría sentada en el suelo.
Esos días te sientes “pollito”,
¡Llora porque tiene hambre, llora porque tiene frío! Qué hambre de comida
“basura”, chocolate, helados, pasta y riquísimo pan recién hecho. Y ¡Qué
destemplada me siento!
Apartado privilegiado tiene la “pena”, la sensibilidad. Somos fuente inagotable de
lágrimas. Ves un perro pasar por la calle y lloras; unos ancianitos cogidos de
la mano y lloras; canciones que te traen recuerdos y lloras; hasta un zapato
feo te hace llorar, ja, ja, ja. Pasas de
ver tu vida de una forma meridianamente
normal a verla un completo desastre.
En el tema afectivo
tenemos dos aspectos totalmente contrapuestos; O estamos excesivamente cariñosas
hasta niveles de pesadez: ¿Me quieres? , abrázame, miles de besos; te sale
decirle a la gente cosas bonitas y sonríes como una bobalicona; el lado opuesto
se llama ANTISOCIAL, todo te cae mal, la ropa te hace feísima, tu madre te
incordia, el teléfono es insoportable, el mal genio toma posesión de tu cuerpo y eres peor que la
niña del Exorcista. No hay piedad,
tratas de malas maneras a tu prójimo y al cercano y luego lloras por haberlo
hecho.
¿Cuál es el lugar ideal
para esos primeros días? LA CAMA, el nido del pollito. Nadie te incordia, el ibuprofeno
y demás medicamentos antiinflamatorios están al alcance de la mano y te
sumerges en un mar de sábanas que te ocultan del resto del mundo.
¿Quién dijo que era fácil
ser mujer? No quiero ser el “sexo débil” o “el fuerte” según como se mire. La
verdad es que nos ha tocado la lotería! Si la tenemos, porque la tenemos y
cuando se nos va ¡Qué Dios nos pille confesadas!
Al final del día creo dos
cosas:
- ¡Envidio a los hombres!
- ¡Las mujeres nos merecemos estar en un altar!
NOTA: Este escrito es
para todas las mujeres que sienten alguno de estos simpáticos síntomas; para el
resto de las mujeres que tienen la suerte de no padecerlos, os envidio y os
quiero bajo el agua! (desde el cariño, claro, ja, ja, ja)