Me gustaría tener “alzhéimer” de ti, olvidarte, sacarte de mis pensamientos, de mis conversaciones y mis canciones; de mis sueños y de mis deseos.
Echarte de mi corazón y no sentir nada, ni siquiera que has existido y; menos todavía, que aún existes.
No me arrepiento ni por un segundo de haber estado contigo y amo cada momento qué disfruté de ti, pero ahora.. ¡Ya no quiero quererte, quiero olvidarte, tomar una pastilla que te borre para siempre!
Ya pasaron los meses pero mi corazón se empeña en despedirse cada día de ti. ¡¿No te enteras corazón mío que él ya no quiere saber de ti?! ¿Que ya estás muerto en el suyo? Ya no hay lugar, ya se ocupó y tu estás fuera...quizá algún pensamiento furtivo de que un día te amó le pase por su mente estrecha, pero se trata de eso, sólo es furtivo y tu, mientras, sufriendo; te falta respiración en el recuerdo ¡Pero chicooo, respira que te vas a morir de la angustia! Y mi corazón contesta, me suplica ¡Dame la pastilla del olvido! Pero tu y yo sabemos que para eso no existe NADA.
Sólo el tiempo que lo acalla todo y es tu salvación, la tuya, que no la mía; tu solución para que me olvide de ti en un pacto de no agresión. Una solución triste, cobarde y agónica aunque recurrente y efectiva en todo caso.
Aún te quiero amor, pero quiero aún más a tu “alzhéimer”
Echarte de mi corazón y no sentir nada, ni siquiera que has existido y; menos todavía, que aún existes.
Ya pasaron los meses pero mi corazón se empeña en despedirse cada día de ti. ¡¿No te enteras corazón mío que él ya no quiere saber de ti?! ¿Que ya estás muerto en el suyo? Ya no hay lugar, ya se ocupó y tu estás fuera...quizá algún pensamiento furtivo de que un día te amó le pase por su mente estrecha, pero se trata de eso, sólo es furtivo y tu, mientras, sufriendo; te falta respiración en el recuerdo ¡Pero chicooo, respira que te vas a morir de la angustia! Y mi corazón contesta, me suplica ¡Dame la pastilla del olvido! Pero tu y yo sabemos que para eso no existe NADA.
Sólo el tiempo que lo acalla todo y es tu salvación, la tuya, que no la mía; tu solución para que me olvide de ti en un pacto de no agresión. Una solución triste, cobarde y agónica aunque recurrente y efectiva en todo caso.
Aún te quiero amor, pero quiero aún más a tu “alzhéimer”
NOTA: Espero sepan disculpar la utilización de la palabra "alzhéimer" en este texto, pero es ella, entre todas las palabras del diccionario la que mejor expresa el sentimiento.