7 de enero de 2019
VISICITUDES NAVIDEÑAS
¡Adiós 2018!¡Hola 2019!
¡Ya se han acabado las navidades! Parece que la cena de Noche Buena pasó hace mil años; y que hace “ tres días intentábamos tragar las 12 uvas al ritmo de reloj y así , sin más, ayer despedíamos a los Reyes Magos. Todo volando y al mismo tiempo tan lejano ¿no?
Siempre he tenido la sensación de que la Navidad es de todas las fiestas la que más contrastes emocionales suscita. Me encuentro con opiniones que van de un extremo a otro: tristes y deprimentes para unos; y emocionantes y llenas de ilusión para otros ( normalmente donde se encuentran niños); pero en lo que no hay ningún tipo de discusión es que cualquier cosa que suceda en Navidad alcanza grandes dimensiones. Todo lo bueno que nos ocurre durante esta época navideña, alcanza niveles de “cuento mágico de Navidad” y sin embargo, las tragedias, desgracias y las enfermedades son mucho más dolorosas si cabe, porque las dotamos, inevitablemente de connotaciones navideñas en las que todo debería ser dicha; amor e ilusión y sin embargo, para muchas personas la soledad les come a bocados, la falta de trabajo hace temblar a los más fuertes que no ven un futuro seguro; la enfermedad, la maldita enfermedad que se empeña en acompañar día y noche a personas y familiares que luchan por sus vidas , las pérdidas que son más negras que el carbón que traen los Reyes Magos y que se acentúan como monstruos oscuros que se alimentan del dolor; la pobreza sin piedad que destruye la dignidad y humilla al ser humano; la crueldad de algunas personas que atacan sin escrúpulos y con la cobardía más ruin a las personas más débiles llevándolas a la desgracia e incluso a la muerte... TODO, TODO OCURRE TAMBIÉN EN NAVIDAD; y ahí, en el otro extremo están los abrazos, los reencuentros de amigos que hace tiempo que no se ven y se miran sorprendidos, agradecidos, se “ponen al día”... y luego está el mundo familia ¡Aaaay ese mundo familia tan amplio como complejo!
Abuelas (si las hubiere o hubiese ) tíos, padres, hijos, nietos y apartado especial para las nueras y los yernos, claro, porque aquí nada es tan sencillo; las familias se dividen como las células, cada pareja que se forma con su respectiva progenie pasan de repente a formar parte de un baile de salón de las diferentes casas en la repartición equitativa entre familias políticas y propias. Lo típico, Noche Buena con mis padres y comida de Navidad con los suegros y así alternativamente. Aaaah, y los divorciados, ese complejo fino equilibrio entre lo cordial y lo correcto para poder cumplir ese “estricto régimen de visitas” a los hijos que en Navidad 🎄se convierte en algo más flexible e interesado a la par.
Mención especial para LOS ADOLESCENTES, esos seres 😜 que transigen (si como lo leéis) o mejor dicho, acceden a pasar un tiempo “con los mayores” . Un tiempo tan ocupado con selfies, amigos, tecnología, música, individualismo, ostracismo en ocasiones, secretos silenciados a los padres pero gritados en voz alta en las redes sociales y compartidos con “cualquiera” que hace que parezca milagroso que hasta se diviertan en familia, eso también lo da la Navidad 😁
Y luego están las navidades viajeras, mercadillos navideños que descubrir por la “vieja” Europa donde aún
hace frío, hasta que el ser humano acabe con él debido al calentamiento global descontrolado; esquiadas 🎿 multitudinarias de subidas y bajadas sin cesar; casitas rurales de montaña, chimeneas con llamas 🔥 acogedoras y comidas que devuelven el color a las mejillas.
El polo opuesto se encuentra justamente en el otro polo, en búsqueda del calor, del sol lejano que mantiene en el verano la parte opuesta del mundo 🌎(lo he vivido varios años y deciros que nunca me acostumbré a ver a Papá Noel en bañador 🤪).
Meto en un mismo saco las luces brillantes que colorean las ciudades y los comercios; la programación navideña “ limited edition “ en las televisiones con sus Especiales de Noche Buena y Noche Vieja, campanadas, bailes de presentadores y esqueches humorísticos ( Antes de Martes y Trece y ahora se José Mota). Películas navideñas especiales para niños y mayores; la multimillonaria lotería de Navidad con su anuncio publicitario correspondiente; la lotería del Niño, del abuelo y hasta del primo, ja, ja, ja; la lista interminable de regalos 🎁 pendientes “ DE LOS REYES MAGOS” en mi caso ( lo mío son los clásicos) y Papá Noel 🎄. Los “hartones” de comer hasta salir rodando, los amigos invisibles y los preciosos Villancicos, para quien le gusten. Por cierto, este año es la primera vez que escucho más villancicos en inglés que los tradicionales villancicos españoles, he sentido algo de penita.
Me dejo para el final Navidades más sacrificadas, las de trabajo ininterrumpido para todas esas personas que consiguen que la vida siga funcionando, los servicios públicos de todos los sectores; personal de “ las noches blancas de hospital” que cantaba José Luis Perales; fuerzas de seguridad, comedores sociales, pesqueros, camioneros, etc, etc, todos ellos trabajan para que nosotros podamos celebrar unas felices fiestas.
En fin, yo sigo creyendo en las navidades, con lo bueno y con lo malo, sigo rezando para que el dolor de los que sufren en estas fiestas sea el menor posible; para que nadie se sienta solo y para que la bondad siga vistiendo a la Navidad.
PARA QUE NOS VEAMOS MÁS acomsejaba este año la publicidad
¡FELIZ 2019!
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