viernes, 19 de abril de 2013

EL NOVENO MANDAMIENTO y sus actos impuros









¡Increíble! El otro día vino mi sobrina de 10 años para que le ayudara a hacer un trabajo de religión que se basaba ni más ni menos en el IX MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS.
Ya desde el primer instante intuí que no era uno de los mandamientos fáciles como el de NO MATARÁS, ROBARÁS Y AMARÁS EN GENERAL  A TODOS: LOS PRÓXIMOS Y LOS AJENOS.
Lo que prometía ser un trabajo sin dificultades se convirtió rápidamente en miradas y sonrisas veladas entre mis padres y yo a costa de mi sobrina.
El trabajo tenía que ser presentado en formato photoshop. Hasta ahí fácil, el problema fue la fuente a la que fuimos a informarnos INTERNET: GOOGLE para ser más exactos. (Advierto a padres con hijos comprendidos entre los 9 y 12 años que les sirva esta experiencia como consejo valioso)
NUNCA “INTRODUZCAIS” con tanta alegría este mandamiento y sobre todo, no le clickeis a la palabra “IMÁGENES”.
¡INDESCRIPTIBLE! El Noveno Mandamiento sale a todo color y a tamaño natural, ja, ja, ja. ¡Dios mío, Dios mío! Mi madre y yo peleándonos con el “mause” para quitar las imágenes.
Esperad, esperad, creo que me estoy adelantando. Para los que no tengáis ni idea o simplemente la memoria ha dejado olvidado este mandamiento, os refresco la mente:

En el libro del Éxodo (20, 17) “No desearás la casa de tu prójimo, ni su mujer ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que a él le pertenezca” aunque es más conocido en una versión corta: “No desearás la mujer de tu prójimo”

¡Imaginaos ante la tesitura en la que nos encontrábamos! La niña preguntando que eran los deseos impuros; mi padre haciendo una comparativa entre “mula “de antaño con el “coche” actual y mi madre con la risa floja.
Rápida solución de portada ¿Quién sino puede llevar mejor las “tablas” que el increíble Charlton Heston? Pues foto que te “crió” Y ahí quedó la primera foto con un Moisés imponente.

Rebuscando, rebuscando encontramos el texto arriba suscrito. Un par de fotitos de dibujos de Dios con paloma incluida (un poco de respeto) con el Espíritu Santo en el hombro, pero mi sobrina, que de tonta no tiene ni un pelo quería documentar de manera más gráfica y adulta el “trabajito” ¡Qué KAOS! Mi madre y yo parecíamos la Santa Inquisición censurándole todas las imágenes que nos parecían un poco “subidas de tono”
Y cuando creíamos que todo había acabado nos suelta la niña: -  Ahora, hay que explicar como se hace para no caer en este pecado-.
¡Qué risa! Ya hacíamos disquisiciones entre la reiteración del “noveno “ con el “sexto”: NO COMETERÁS ACTOS IMPUROS que al fin y al cabo vienen los dos a ser lo mismo: uno de “obra” y el otro de “pensamiento” a lo que los adultos llegamos a la conclusión que…”de perdidos al río”, es decir,  que ya que te pones a pecar y  estando al mismo nivel de catadura moral a la hora  de ir al infierno, pues ya si eso, vas directamente al “acto” ja, ja, ja.
A mi sobrinita casi le dijimos que se metiera en un convento de clausura hasta los 25 años y si me apuras hasta los cuarenta, sólo así podría salvar su alma; o si lo preferimos, debería ir con los ojos tapados, los oídos y la boca; la nariz no porque moriría asfixiada! Ja, ja, ja.
Yo, sólo me quedo con la  pregunta que le efectuó mi padre a su preciosa nieta: -  Cariño -  dijo: ¿Y de todos los mandamientos que hay, precisamente tenían que centrarse en éste las monjitas? Y por lo “bajini” – ¡Qué obsesión! 

3 comentarios:

  1. "No desearás a la mujer del prójimo"... Menos mal que no conozco a Prójimo.

    ResponderEliminar
  2. Ja,ja! Pero la ignorancia sobre tu prójimo no exime el pecado!

    ResponderEliminar
  3. Soy testigo y actor del suceso. ¡Lo que me pude reir!
    Hace unos años hubiera sido impensable, teniendo en cuenta que para la 1ª Comunión había que saberse el catecismo enterito, sine qua non había 1ª Comunión, y yo a mis seis tiernos añitos no tenía dudas, todo estaba clarísimo. ¡Qué bonito, qué bonito todo, no? Ahora hay que EXPLICARLO y todo. ¡Tiene bemoles el asunto!

    ResponderEliminar